MITOLOGÍA GRIEGA
Procusto, de comportamiento gentil y afectuoso para con los viajeros a quienes les ofrecía hospedaje en su casa, tenía como único propósito encerrarlos para cumplir con sus más sádicos deseos.
Una vez dentro, los invitaba a dormir en su lecho de hierro para luego sujetarlos mediante cuerdas a las cuatro esquinas de la cama y verificar si se ajustaban a la misma. Si el viajante era de una contextura mayor, procedía a cortarles las extremidades ya sea superiores o inferiores. Y si por el contrario eran demasiado pequeños, le estiraba las piernas a martillazos hasta cubrir con el tamaño de la cama.
Su perversos juegos terminaron cuando Teseo finalmente lo mata, usando su mismo juego.
Síndrome de Procusto: es la actitud de algunas personas que, movidas por su falta de autoestima e inseguridades, sienten rechazo extremo hacia aquellos individuos con talentos y características opuestas a las suyas y entonces deciden menospreciarlos abiertamente, incluso tienen actitudes de discriminación y acoso. El miedo los conduce a vivir en una continua mediocridad donde ellos no pueden salir de ese círculo e intentan que los demás tampoco. Debido a la envidia extrema que sienten hacia terceras personas, tratan de buscar el descrédito, desprestigio, brindando incluso información falsa para causarle el mayor daño posible.
Lecho de Procusto: término que se utiliza para referirse al individuo que al principio muestra su mejor actitud pero luego pretende someter y controlar a los demás bajo sus órdenes y pensamientos, de la misma forma como Procusto adaptaba el tamaño de sus víctimas a su cama de hierro.
Ejemplo:
«Es importante recordar que todos somos diferentes, por lo tanto no debemos aceptar nunca los estándares de un Procusto que nos quiere moldear a su imagen y semejanza».
«Hay que perseguir los sueños hasta que se cumplan y hacer caso omiso a los Procustos de la vida que tratan de cortar nuestras alas de libertad».
