GUERRERAS DE DAHOMEY
El poderoso reino situado en Dahomey, al oeste de África contaba con un ejército exclusivo de amazonas guerreras que duró hasta fines del siglo XIX. Las Agojies, como se las llamaban, eran reclutadas entre las muchas esposas del rey, algunas se convertían voluntariamente, otras capturadas durante las redadas y muchas, por decisión de padres y /o esposos, se las entregaban al monarca por desobedientes.
No tenían permitido contraer matrimonio ni tener hijos, tenían un estatus sagrado y se entrenaban rigurosamente ya que la disciplina era un requisito fundamental para permanecer en esa élite. Tampoco podían ser tocadas por otros.
Armadas con rifles, cuchillos, lanzas, garrotes, carabinas, trabucos, mosquetes a chispa y su arma más temida, un machete de casi un metro de largo, eran consideradas unas guerreras feroces que tenían las tareas de; defender su territorio, vigilar los palacios reales, cazar, hacer trabajos de inteligencia y tomar prisioneros para la venta de esclavos. Eran tan importantes que inclusive aquellas que tenían rango de General, participaban en el consejo al servicio del rey y sus opiniones eran muy valoradas.
A fines del siglo XIX, las potencias europeas tomaron el control de gran parte del continente en el medio de lo que se llamó "Las luchas por África". En el decurso de estas invasiones, las soldados fueron diezmadas por la superioridad de las armas del ejército francés y finalmente Dahomey se convirtió en un protectorado, llamándose La République du Bénin. Para ese entonces, apenas quedaban cincuenta agojies.
Nawi fue la última gran guerrera sobreviviente, muriendo a los 100 años de edad en 1979.