Las frecuencias Solfeggio son determinados tonos utilizados en la música y la espiritualidad que están asociadas con propiedades terapéuticas y sanadoras relacionadas con lo psíquico, para beneficiar la mente y cuerpo.
La música en 963 Hertz provoca que la glándula pineal alojada en nuestro cerebro produzca serotonina, también conocida como la hormona de la felicidad. Al escucharla en esa frecuencia es como que empezamos a tener una sensación de armonía y tranquilidad para reencontrarnos con la serenidad tan buscada para así, conectarnos con un objetivo superior.
Se trata de melodías no comerciales y que son ideales para acompañarnos en soledad o prácticas de yoga. Buscan equilibrarnos emocionalmente para levantar el ánimo y son generadoras de energía, entendimiento, comunicación y positividad.
Se dice que nos ayuda a enlazarnos con lo divino y el universo; por eso es conocida como "la frecuencia de Dios".