Hijo de Medusa y de Poseidón, fue el primer caballo que pudo llegar a estar sentado con los dioses. Nacido junto a su hermano Crisaor de la sangre derramada por su madre cuando Perseo le cortó la cabeza, posee dos alas que le permiten volar y al hacerlo, mueve sus patas como si estuvieran corriendo por el aire creando agua por donde dejaba su huella.
Tímido, imponente y majestuoso, fue objeto de búsqueda para su captura por parte de Belerofonte, conocido héroe por matar monstruos. Con la ayuda de Atenea quien le proporcionó una brida de oro, consiguió dominarlo. Entonces salió cabalgando en la búsqueda de su peligroso enemigo la Quimera para terminar con la vida de esta una criatura híbrida que vagaba por las regiones de Asia menor, aterrorizando a poblaciones enteras.
Con esta conquista en su haber, Belerofonte pretendió convertirse en Dios. para estar en el Olimpo. Zeus, descontento con esta idea, provocó la caída al suelo de la montura para que Pegaso finalmente escapara de su captor. Una vez libre, lo nombra portador del rayo y el trueno, los símbolos más importantes de poder, además le dio la tarea de conducir el carro de Aurora, que con su paso anunciaba el día y le convirtió en una constelación compuesta de cuatro estrellas destellantes que podemos ver aun hoy el cielo.