MITOLOGÍA GRIEGA
Catalogada como un monstruo cruel según la mitología griega, Medusa era mortal con una belleza que se destacaba entre las demás. Vivía al otro lado del océano en las proximidades del inframundo junto a sus hermanas Esteno y Euríale.
Al haber sido seducida por Poseidón, no solo fue desterrada a vivir en las tierras hiperbóreas sino que se dispuso además que serpientes reemplazaran sus cabellos, colmillos de jabalí por sus dientes, sus manos pasaron a ser de bronce y su mirada transformaba en piedra a quienes fueran alcanzados por ella. De esta manera pasó a tener las mismas características físicas de sus hermanas perdiendo así su venustez.
No contenta con estos castigos, la diosa Atenea ordenó también la muerte de Medusa. Su hijo Perseo fue el encargado de cumplir con la orden, para esto recibió ayuda de Hermes que le proveyó sandalias aladas y de Hades, un casco de invisibilidad con su correspondiente escudo espejado. Pacientemente esperó a que ella se durmiera y procedió a decapitarla. De su cuello brotó su descendencia Pegaso y Crisaor, producto del idilio fortuito que tuvo con Poseidón y su cabeza fue entregada a Atenea que la utilizó como escudo en cada batalla que libró. La sangre derramada que corrió durante la decapitación fue guardada para uso exclusivo de los dioses; la proveniente de su vena izquierda representaba un veneno mortal, mientras la de su lado derecho, tenía características sanadoras utilizadas para resucitar a los muertos.
Ejemplo:
«Te petrifica con esa misma mirada que tenía Medusa».